2 de mayo de 2010

Del porque odio las Quesabritas

Me acabo de dar cuenta que tengo una enfermedad, de esas enfermedades que son temporales, pero que son tan crónicas que si no te atiendes, podrías envejecer con ellas.

No se preocupen, no es contagiosa, ni del tipo de enfermedades que hacen que uno se vea mal (de por si, uno ya se ve mal sano, ahora enfermo), ni tampoco de esas enfermedades que hacen que te quedes encamado o que no te puedas mover, mucho menos es de esas que tienes que tener cuidados especiales y lugares dedicados para el estacionamiento.

Mi enfermedad, aún no logro ponerle un nombre o definirla, pues se parece a varias, es como un tipo de anhedonia mezclada con Alzheimer, imagínense una mezcla de estas enfermedades, soy todo un caso clínico, y listo para el loquero.

No es que hubiera dejado de sentir, todavía sigo sintiendo, no, tampoco me he convertido en un emo, me sigo riendo y a carcajadas y de todas las boberías que acontecen a mi alrededor me burlo de todo y de todos y en mi mente hago comentarios graciosos, que muchas de las veces callo solo por no dañar las susceptibilidades de los otros; sigo creyendo en el amor y en todos esos sentimientos que solo se utilizan de vez en vez y en vez en cuando. Sigo creyendo que la persona indicada existe y que la media naranja no es solo un trozo de fruta.

Todas esas emociones las conozco y se lo que se siente sentirlas (es pleonasmo, pero no me disculpare por ello) pero no me emociona sentirlas y solo las ejecuto para poder encajar en el momento; No creo que me explique, lo voy a intentar:

Todos ustedes caminan (quiero suponer) y lo han sabido hacer desde una corta edad y aunque no creo que lo recuerden es muy común que cuando empiezas a caminar disfrutas de caminar, te caes, lloras, pero al rato ahí estas caminando nuevamente, lo intentas tantas veces que se vuelve una actividad que disfrutas mucho, pues ahora puedes alcanzar cosas por tu propia cuenta y que no necesitas de alguien para que te lleve, pues has descubierto y aprendido a caminar. En este punto desconozco si un bebe se puede cansar (aquí se necesitaría la opinión de un bebe para que nos lo dijera, pues ni un medico podría asegurarlo, solo lo supondría y aquí en único que supone soy yo), pero para el ejemplo no es necesario, llega un punto, pasados los años, en que caminar se vuelve una necesidad, pues te tienes que mover a tu escuela o a tu trabajo o a otros lugares necesarios para ti y de esa necesidad, se vuelve una rutina y de esa rutina ya no hay nada mas. Caminar se vuelve una actividad rutinaria, que dejas de disfrutar por dos cosas, 1.- estas visualizando el lugar al cual quieres llegar y 2.- el factor cansancio/tiempo afecta tu deseo perpetuo. Entonces, no es que no me guste caminar, es solo que no lo disfruto tanto como debería.

Con el ejemplo se que vendrán a decirme “pues deberías de disfrutar de caminar, imaginate que no pudieras, toda esa gente que no puede caminar si pudiera lo disfrutaría y bla bla bla”, para que se ahorren el comentario, lo que yo disfruto lo disfruto porque así lo hago, no lo hago porque alguien mas no lo puede disfrutar, si alguien no puede caminar y disfrutaría caminar como yo lo hago, no por eso disfrutaré mas de caminar, simplemente, nadie puede caminar siempre, llegará un momento en que se cansen, en que se enfaden, en que el caminar no sea suficiente y tengan que coger un taxi o un par de muletas.

Yo se que este ejemplo es algo burdo, pues si bien, de caminar todos se cansan, a algunos les gusta más, a otros les pagan por hacerlo y otros mas que es su medio de vivir o de sobrevivir. Pero volviendo a los sentimientos, nadie se cansa de ser feliz o de estar triste, nadie se cansa de amar o de no creer en el amor, nadie se cansa, etcétera.

Mi enfermedad es así, no es que me hubiera cansado de caminar y que me tenga que sentar a esperar el taxi, sino más bien, que camino y camino, sin disfrutarlo, camino y lo hago muy bien, pero ya no lo disfruto, camino y me fijo en mis pisadas, que piso y que evito pisar, que pateo a propósito y que no; Pero no tiene sentido la caminata, el destino al cual llegar? A ese puedo llegar en taxi o de raite mas pronto, pero no me interesa, me interesaría darle mas significado a mi caminada.

Como lo digo, no es contagiosa mi enfermedad, no es incurable y si es pasajera, no se cuanto durará, no estoy sufriendo y agonizando por mi enfermedad. Creo que la podría comparar con un granillo en la parte superior del pie, es invisible para todos, a menos que este en una situación que sea necesario mostrar tu pie y alguien muy curioso preguntaría sobre ese granillo y yo respondería con otra cosa, así de imperceptible es mi enfermedad. Para quienes me conocen se darán cuenta que no es nada, que sigo contando chistes y haciendo bromas de todo, sigo aconsejando y sigo hablando como merolico si así me lo proponen, con la única diferencia que yo solo se que traigo ese granillo que no me deja disfrutar de nada.

Yo se, entre analogías y enfermedades me doy cuenta que me gustan los pies, y que estoy volviéndome un poco mas loco de lo normal aceptable.

La cura para esta enfermedad no es la indicada

10 comentarios:

Mafalda dijo...

te entiendo más de lo que quisiera y quisiera poder entenderte menos por que asi estaría segura de que aún hay alguien que disfruta del camino.. Espero que esa etapa pase y pronto vuelvas a apreciar y a vibrar con las piedras.. las ramas.. los insectos y hasta las grandes zanjas que a veces estan en el camino.. Saludos.

Meg dijo...

Todo bueno o malo hay que disfrutarlo y no intentar dejarlo, a veces nos cansamos de caminar hacia la vida, el amor, etc., pero es tan necesario que aunque tratemos de alejarnos de ello no podemos, las etapas pasan y se repiten en distintos ciclos pero suceden porque tenemos que aprender algo.

Saludos.

SusyBlog dijo...

uuy amigo
si yo te contara jejeje estas muy bien y DISFRUTA.. que no pasa nada =) animo...
de los males.. el mejor

Su.

SusyBlog dijo...

uuy amigo
si yo te contara jejeje estas muy bien y DISFRUTA.. que no pasa nada =) animo...
de los males.. el mejor

Su.

Abril G. Karera dijo...

¿Será un proceso de nueva identificación?

No lo sé... pero en lo que a mí respecta sería bueno ir al cine... n.n

saludos n.n


y tampoco me gustan las quesabritas

Jo dijo...

las peores enfermedades son las atemporales

:P

prozac dijo...

como que odias las quesabritas, pero si te gustan los pies? animo Fer el Alexis no sabe lo que se pierde sin ti, yo se que muy adentro el tambien te ama

Diana dijo...

ay amigo! qué te puedo decir?
hay momentos en los que disfruto la cosa más rara que puedas imaginar, y al día siguiente puedo aborrecerla por completo.
creo que, al final, todo se debe a que somos seres humanos, no sé, por lo menos es una buena excusa jeje.
por mi parte estoy en crisis inspiracional, tengo una maraña de ideas y pensamientos revueltos y descomodados... será eso una enfermedad?
saludos! :)

Gabrielle dijo...

Fercho, tira el libro de Carlos Cuaúhtemoc Sánchez ya!!!!!!!!

Postea de nuevo! Por favor.

Desde hace días te quería escribir que las quesabritas son la onda! por semana me he de comer unas dos bolsas. Ahora hay unas nuevas fritangas de Sabritas que son con un chile muy rico. Se llaman Flamin Hot, pruébalas!

Gabrielle dijo...

Hey Fercho, pues si... cumpliré años el jueves 3, pero ya en blogger me adelantaron los años, como ves? Injusto!!!!!!!!!! Gracias por escribir. Tienes mail?